martes, 17 de mayo de 2011

TDAH en la edad adulta



No es raro, en una consulta de psicología con un adulto, que llegue o lleguemos a plantearnos una situación de déficit de atención. Cuando la terapia avanza hay un momento en el que sale a relucir que costaba mucho estudiar, que siempre estaba en su mundo y eso de prestar atención en clase no iba con ellos y eran un poco traviesos, sin faltar, podríamos decir. 

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Hay voces que dicen que el TDAH está sobrediagnosticado en estos momentos, pero hace unos 20 años, prácticamente no se tenía en cuenta. Si no estudiabas eras un vago o no tenías capacidad y dabas la lata en clase eras un maleducado. Se ponían estas etiquetas y te acompañaban al menos durante el colegio y la educación primaria, con las consecuencias que esto tenía en la motivación y autoestima de los alumnos, podríamos hablar de profecía autocumplida, como tengo la etiqueta me voy a ajustar a ella. Para aquellas personas que les ha podido pasar esto, llegar a la conclusión, años después, de que el motivo de su conducta era una enfermedad es un alivio, una descarga de culpabilidad, y en ocasiones la puerta que abre la solución a sus problemas.

Hoy se considera que el TDAH puede ser el trastorno psiquiátrico no diagnosticado más común en los adultos (Weiss, G. 1999). El diagnóstico de TDAH en el adulto se basa especialmente en el antecedente de TDAH en la infancia. Niños con TDAH tienen mayor riesgo de sufrir algunas comorbilidades junto con su trastorno durante la infancia y adolescencia, en especial trastornos de ansiedad, afectivos (depresión) y obsesivo compulsivos, abuso de drogas, y personalidad antisocial (Biederman J., 1992). El 70 por ciento de los niños que presentaban TDAH en la infancia continúan teniendo dificultades en la vida adulta. El problema de la falta de atención sin hiperactividad está sub-diagnosticado, sobre todo en niñas y mujeres. Además muchos adultos con problemas atencionales nunca fueron diagnosticados en la infancia o, peor aún, fueron marcados con otro rótulo.

Cuando el TDAH llega a los adultos se convierte en una manifestación crónica, centrada principalmente en inatención e impulsividad, la hiperactividad se reduce con la edad y permanece una sensación subjetiva de inquietud. Es común en los adultos con TDAH que los logros académicos sean menores que en las personas sin TDAH y que encontremos problemas laborales y sociales. 

Hay veces que la simple "etiqueta" de TDAH ayuda a una persona a encauzar sus sentimientos, a reconocerse dentro de un colectivo, a explicar lo que sucede o sucedía, a no verse tan raro o culpabilizarse por lo sucedido, sin entra aquí a discutir por las desventajas de las etiquetas. Dar respuesta alivia, si esta tiene un nombre ayuda en muchas ocasiones.


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